miércoles, 19 de mayo de 2010

Mi desmadre


La interpretación de cada fotografía puede ser un tanto subjetiva, ya que todos queremos ver lo que nuestras mentes quieren. La fotografía aquí presentada es el desastre común de un escritorio de una mujer de 21 años, estudiante, que posee una variedad de gustos como puede observarse el anime, música, libros, ajedrez, y coleccionista de alguno que otro fetiche.

Especular sobre la vida de esta joven es muy fácil por el desorden que tiene en su mesa: decir que es una desobligada, que nunca está en su casa o que no le interesa el orden entre su caos. También puede interpretarse con el hecho de que esta persona tiene una variedad de criterios por la cantidad de libros, experiencias y demás sucesos de su vida que la han llevado a tomar una transformación religiosa totalmente diferente a la que tenía cuando ésta era una adolescente. Viendo muy en el fondo de la imagen, en una repisa junto a una planta se encuentra una cruz. En sus mejores años, esa cruz representó para esa joven una fe ciega al catolicismo, donde entre más mal le iba en la vida más se aferraba a las faldas de las creencias de su religión. Aunque para la fortuna de ella, con forme iba madurando sus pensamientos y criterios, se alejó de forma afortunada de una religión que sólo atontaba su manera de vivir para tomar el camino que mejor le pudo convenir y es el existencialismo.

Su transformación no fue sólo una concepción temporal, fue un proceso que le causó varios conflictos, pero que la sacó de un hoyo que la estaba comiendo lentamente en las arenas movedizas de los débiles y sumisos. El tomar el existencialismo para ella es darse cuenta que es unirse a la experiencia de la angustia, que no debe ser tomada la palabra de forma literal, mas bien, como aquella experiencia en la que nosotros los seres humanos nos descubrimos como creadores de la vida libre y responsables de nuestro propio futuro. En pocas palabras uno se va liberando de la espera de que un "Dios" nos va a salvar de o nos va ayudar en nuestros problemas. Está en nosotros el no dejarnos caer en las falsas promesas y auxilios ilusorios para emerger de esas aguas de tonterías de fe en algo que no existe y entrar en un optimismo desengañado. Pues de ahora en adelante vivirá con la certeza de que sólo él dirige su propio destino.

Si bien, para muchos el pensamiento del existencialismo es totalmente pesimista, alegando que es una filosofía del absurdo y del derrotismo que hace concebir al ser humano como un proyecto inútil al creer en un Dios, creo que queda claramente expuesto en el párrafo anterior que la falta de información sobre un tema hace que las personas siempre se dejen llevar por la primera impresión de las cosas que les rodean.

De cualquier forma, la persona que describe subjetivamente la foto presentada es la misma dueña de todo el desorden anterior. Su vida pueden estar sobre esa sociedad líquida que en algún momento fue nombrada en la clase universitaria "El hombre un ser social". No estoy diciendo que la autora de este escrito carezca de los valores que fundamenten su existencia o sean guía para su actual vivir, sino que gracias a todo lo que ha conocido ha podido sacar de esas experiencias lo mejor y apropiarlo a su persona. Esto es, claro está, que es un pensamiento totalmente post modernista, pero es la época que nos tocó vivir a mi generación, una época de diversidades y pluralismos que no nos hacen quedarnos con una sola idea, teoría o forma de vida.

3 comentarios:

  1. Por lo que dice, tampoco es que haya entendido muy a profundidad el existencialismo que con tanta vehemencia toma de estandarte ¿eh? Pero bueno. Ese libro de Sartre es lectura obligada.

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  2. ¡Bah! ¬¬ A usted nadie le gana en estas cosas.

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