domingo, 26 de febrero de 2012

Vlad


Lo que pobremente las personas ven como algo que no tiene sentido y que les desgata las entrañas por comprender un amor que va más allá de lo que sus razones tan lúcidas y cerradas a lo que ven en su cotidianidad. Eso es lo que pienso al ver Drácula, la bella historia de Bram Stoker. Lamentablemente lo han distorsionado todo, han destruido esta filosofía siniestra del monstruo come sangre tan enamorado de su bella Elisabetha que hace todo lo posible por volver a verla, aunque al final prefiere la muerte antes que estar con su amada de una manera tan repulsiva... Ni siquiera me atrevo a mencionar esa podredumbre de películas basadas en las novelas de Stephanie Meller....


De cualquier manera, hasta en las cosas horribles tienen su lado bello y poético. Me quedaré con Lestat, con Drácula... con Anne Rice.

Esto es que puedo decir al respecto, así que quedaré disfrutando la película que les platicaba arriba. Si no la han visto, de lo que se han perdido. Y si sí la vieron, sabrán a lo que me refiero.

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